miércoles, 16 de mayo de 2007

campo de trigo

había que seguir caminando,
sólo de esa manera el frío pasaría
a un segundo plano y la escritura
se volvería importante.
así, soltándose. la posibilidad
de componer es derivada
a la posibilidad de leer.
así, la observación empecinada
de las cosas lo que hacía era fluctuar
esa posibilidad. es el viento, pensaba
para equivocarse y encontrar
en esa posibilidad un acto amoroso.
al ver esa mañana el prado de trigo,
con la luz a tal grado, en tal punto
que el blanco del reflejo lo cegó
por un momento, pudo darse cuenta
mejor de que el viento era metafóricamente
un abrazo. así era. y deseó que en ese
momento rodara una ciruela por el prado.
y deseó igualmente no asombrarse del blanco
que lo deslumbraba, pero fue inútil.

subir a una pradera era algo que él consideraba una experiencia sencilla. necesitaba algo así. sentirse solo para sentirse una vez más humano. siempre le parecieron-----

pasemos a la nieve y al blanco,
o volvamos a ello, mejor.
el viento y el frío.
algo de miedo en el corazón.
a veces es bueno escuchar una canción para dejarse ir.
o dejar ir un párrafo para entender lo que se está escribiendo.
ese es el sentido en el que la nieve se confunde con el viento.
en esa posibilidad de abrazar y volverse una conjunción mayúscula.
un arrebato, una frase al aire para que llegue.
para que llegue a dónde.
a donde quisiéramos que llegara.
ese ahí es el destino.
ahora quisiera que esta escritura pudiera configurar
aunque fuese sólo un poco la posibilidad de un edificio.
no la idea, no, esta vez no me refiero a la idea,
sino al edificio. y veo las letras de mi máquina
y el movimiento de mis dedos que adivina,
casi, incluso con sus pausas,
lo que quiero decir.
y es todo, una frase,
una frase larga que imagina las ventanas y el reflejode la luz sobre él,
que es como el sol reflejado
en una mañana de invierno en un campo de trigo.
y es el silencio que por alguna extraña fortuna
no existe y es el viento que tanto tiene de él
en sus abrazos. es nuestro sueño de oriente
que se proyecta en nuestra idea vana dela perfección.
y no es tan vana, en realidad,
porque encuentra nuestras ideas
de seguridad. pero entiende, al mismo tiempo,
otro riesgo, el de construir un edificio
que dé su rostro al viento para que lo construya
y le dibuje el contorno con su paso.

escribo los poemas en bloque para que la escritura importe. para que sea un camino y un tiempo. para que formen parte del viento y del tiempo.

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