martes, 20 de febrero de 2007

principio

lo que hay en el camino es lo que queremos encontrar en él. en 1212 un grupo de unos 10000 niños aproximadamente partieron de un origen incierto a otro camino no más seguro. hay, por lo menos, dos versiones que ubican dos orígenes a ese mismo hecho. hay quien dice que partieron de cloyes, en el condado de vendôme, francia, inspirados por un niño llamado stephen. otros que inició en colonia, alemania, y el niño se llamaba nicolás. al parecer, las leyendas coinciden en un hecho, que partirían de un puerto en italia en un viaje marítimo. a qué iban, a dónde se dirigían. a tierra santa: conquistarían de nuevo a la tierra del santo sepulcro de manos de los infieles. al parecer, las edades de los niños iban de los seis años a edades ya avanzadas de la adolescencia, llegando algunos a la juventud.

el camino siempre me ha parecido alucinante. la idea de una caminata tan larga a lo largo del bosque, cantando o en silencio a veces, me parece terrorífica. la gran escapatoria, la gran fuga del mundo. es como si se volvieran invisibles, como si sus cuerpos salieran de sus dimensiones físicas y se convirtieran en formas fantasmagóricas, alimentadas por el deseo. pero el deseo de qué. es ese mismo impulso, me parece, el que me lleva a hacerme esa pregunta. amo caminar y he caminado por horas a lo largo de la noche, pero nunca he sentido que mi cuerpo se desdibuje, ni siquiera que sucumba de inmediato al cansancio. me intriga esa sensación. en parte por eso, ofrezco esta relación interpretativa de hechos. como un principio de la incertidumbre hacia la incertidumbre.

No hay comentarios: